Ver el vaso medio lleno tiene sus ventajas. La buena salud es una de ellas. Muchas investigaciones lo vienen diciendo y una de ellas en concreto demuestra que los optimistas no solo viven mejor, sino que viven más.
Las personas optimistas tienen un nivel de bienestar mayor, tienen mejor sueño, menos estrés, mejor salud cardiovascular e inmunológica.Todo estos lleva a una vida más larga.
En el estudio, los investigadores examinaron la vida de casi 160.000 mujeres de entre 50 y 79 años durante un período de 26 años. Al comienzo, las participantes completaron un cuestionario para medir su optimismo.
Para 2019, los investigadores hicieron un seguimiento de las participantes que aún vivían, y también estudiaron las vidas de las que habían muerto. Los resultados fueron claros, quienes tenían más altos niveles de optimismo tenían más probabilidades de vivir más tiempo. Estas probabilidades los llevaban a vivir por al menos 90 años.
Para los investigadores, vivir más de 90 años se considera «longevidad excepcional», debido a que el promedio de vida de las mujeres en países desarrollados llega a 83 años.
¿Por qué los optimistas viven más?
Los investigadores encontraron que el optimismo influye en la longevidad, más allá de las diferencias en el nivel educativo o el estatus económico.
El estilo de vida que lleva una persona optimista logra que su vida sea más sana e indudablemente que sea más larga. Tener una dieta saludable, realizar ejercicios y no tener malos hábitos como fumar o tomar licor influyen en que una vida longeva.
A pesar de esto, el estudio señala que el estilo de vida solo influye un 24% en la relación entre el optimismo y la longevidad, por lo tanto hay otros factores que también ayudan a los optimistas a mantenerse sano y con una vida larga.
Manejar el estrés de una mejor manera es una de las principales razones por las que el optimista vive más y mejor.
Cuando un optimista se enfrenta a una situación estresante, tienden a enfrentarla de cara. Un optimista usa estrategias adaptativas que les ayudan a resolver el origen del estrés o ver la situación de una manera menos estresante.
Tratar de encontrar el lado positivo de lo que en principio se puede ver como negativo funciona a los optimistas para reducir los signos de estrés que llevan a una desmejora en la salud general del cuerpo.
Cuando una persona está estresada tiene reacciones biológicas, como el aumento del cortisol, de la frecuencia cardíaca y de la presión arterial, así como el deterioro del funcionamiento del sistema inmunitario. De esta forma una persona estresada por largos periodos de tiempo puede desarrollar riesgos de enfermedades potencialmente mortales, como las cardiovasculares.
Y cómo se logra vivir en optimismo
Aunque la genética ayuda y las experiencias que se vivieron de pequeños también, lo cierto es que el optimismo es un músculo que se va entrenando a lo largo de los años.
Ejercicios sobre visualizar y escribir sobre tu «mejor yo posible» (una versión futura de ti mismo que ha logrado sus objetivos) es una técnica que, según los estudios, puede aumentar significativamente el optimismo, al menos temporalmente. Además, pensar en eventos futuros de forma positiva es efectivo para impulsar el optimismo.